“Para que nos robe un español, mejor que nos robe un catalán”

Este post solo recoge mi pequeña y resumida opinión sobre algo que encuentro incoherente e injustificable: la exculpación de una ilegalidad como es el blanqueo de capitales y operaciones político-económicas ilegales, el robo directo los ciudadanos y ciudadanas.

Ya hace muchos meses que estalló el Caso Pujol, y no tantas que conocíamos datos de la investigación que ponían en el centro de mira a toda la familia Pujol, hijos y matrimonio. La última noticia giraba entorno a Marta Ferrusola, la mujer de Jordi Pujol, quien escondida detrás del pseudónimo de “madre superiora” llevaba a cabo operaciones económicas ilegales.

En resumidas cuentas, la familia Pujol-Ferrusola ha llevado a cabo blanqueo de capitales de millones y millones de euros, que por supuesto ya están muy lejos de España. ¿Los datos en Catalunya? Paro, precariedad laboral y sobre todo, recortes en sanidad, educación, pobreza infantil y colas infinitas en comedores sociales durante estos últimos años, donde la pobreza ha crecido, sobre todo la infantil, que casi se ha duplicado.

En este panorama, a mí me parece vomitivo justificar que un político vacíe las arcas públicas o que lleve a cabo operaciones económicas de forma ilegal. Sea catalán o no. Lo mismo opino de los robos y estafas que se producen a lo largo de toda España por parte de políticos y cargos del Estado. Imperdonables, injustificables y necesariamente condenables. Todos y cada uno de ellos, independientemente de en la comunidad autónoma o ciudad donde se produzca y por parte del partido político que se lleve a cabo.

Es por ello que se me escapa que alguien pueda justificar algo así o que vea menos grave que lo haga una persona que otra, simplemente, por ser simpatizante con sus ideas o por compartir comunidad autónoma. Me parece absurdo, y un error. Y sobre todo me parece una baza enorme que regalamos a políticos como Pujol, que escondido por una causa como la Independencia de Catalunya, se dota de impunidad social, al menos, por buena parte de la ciudadanía catalana. Si este es el tipo de país que defiende el señor Pujol, y todo aquel que justifica sus actos, lo siento, pero no pueden contar conmigo.

Todo esto que comento, viene dado por una conversación que tuve el otro día con un par de conocidos. Estábamos tomando un café y hablando de las últimas noticias, cuando topamos con el famoso “madre superiora” de Marta Ferrusola y las últimas novedades del caso Pujol. “Está mal que robe, pero España lleva robando a Catalunya toda la vida, y políticos españoles nos roban, para que nos robe un español, mejor que nos robe un catalán” –Dijo uno.

Si estamos en desacuerdo con la gestión de impuestos, o el trato que se da a Catalunya como comunidad autónoma, por lo que también respecta a la economía, debemos sentarnos a hablar. Los catalanes, y todas las comunidades si cabe. Hay muchas cosas en las que yo no estoy de acuerdo, y me gustaría que fuesen de otra manera, pero nunca justificaré, por rechazo a otros o a la actitud de otros, una ilegalidad que nos afecta a todos y a todas. Es absurdo, y perjudicial para todos los ciudadanos.

Estas actitudes, como la del caso Pujol, parece que se enmascaran con el proceso de Independencia. A Pujol desde luego, le va realmente bien, pese a la incoherencia de que haya sido presidente de un partido que hasta hace pocos años no se había mostrado nunca favorable a la Independencia. CIU, un partido de derecha/centro democristiano.

Lo mismo ha ocurrido con Artur Mas, que mientras Catalunya sufría recortes en sanidad, educación y la pobreza en la CCAA no paraba de crecer, su discurso se dirigía exclusivamente hacia el proceso independentista y sobre todo, enmascaraba todo el resto. Lo grave, es que muchos lo pasaban por alto y lo justificaban.

Creo que podemos ser razonables y críticos. Que compartamos ideas con, en este caso, cargos políticos (dejemos a un lado si interesadas o no, por parte de éstos), no puede suponer su impunidad ante actos ilegales. ¿Dónde empieza y dónde tiene su fin todo esto, entonces?

No seamos tan básicos, no dejemos llevarnos por actitudes tan pobres y cargadas de tanta simpleza, incoherencia e ignorancia.