La historia de un golpe
- Claudia Acebrón
- 1 oct 2016
- 5 Min. de lectura
2 de octubre: Pedro Sánchez dimite
Adiós a la opinión de la militancia
Hace dos días escribía en mi Facebook lo siguiente:
"No entiendo dónde está la traición de Pedro Sánchez. Prometió que no iba a facilitar un gobierno del Partido Popular, y que jamás tendría su apoyo. Eso querían los que le votaron. Así lo ha cumplido. Parece que tenemos a un solo político que cumple su palabra y es tan extraño, que el traidor es él. Ha insinuado un pacto de las izquierdas, algo que no ha gustado a muchos socialistas que viven más cómodos en esta situación, sin cambios, donde su cargo político no peligra. Ellos sí han traicionado a la gente y a su supuesta ideología. El resultado, evidente, lo veremos en unos días y entonces tendrán el estómago de subir a la tribuna y decir que quieren cambiar este país."
Hoy Pedro Sánchez ha dimitido. Ha compadecido ante la prensa para anunciar su dimisión mientras en la calle Ferraz, donde se encuentra la sede del PSOE, los militantes aclamaban su nombre y sostenían pancartas en las que se podían leer cosas como "la autoridad, también soy yo" o "nos habéis traicionado, no os queremos".
La militancia ha dicho "no" a la sucia jugada de muchos cargos del PSOE que estos días han mostrado su incoherencia ideológica, su no respeto a la militancia y su apoyo a un partido corrupto y que ha destrozado nuestro sistema de bienestar en cuatro años.
El golpe antidemocrático ha sido demasiado grande. Personalidades del PSOE han derrocado a base de golpes y de una sucia jugada, al líder del partido, que fue escogido por la militancia. Lo ha derrocado cuando Sánchez dijo que, dadas las críticas que estaba recibiendo las ultimas semanas incluso por compañeros del partido, pondría en manos de la militancia su cargo, mediante unas elecciones primarias, en las que invitaba a presentarse a aquellos compañeros que creían que podrían hacerlo mejor que él. No solo eso, si no que pensaba preguntar a la militancia si estaba de acuerdo con que el PSOE se abstuviera, y en caso contrario, qué paso dar. La respuesta a ambas preguntas era evidente: la militancia habría vuelto a escoger a Pedro Sánchez y la militancia habría dicho No a Rajoy. Claro está, que esto no interesaba a los críticos, que han ejecutado una jugada para impedir ambas cosas.
La actuación antidemocrática es evidente: han quitado del medio a un líder que fue escogido por la militancia y no han permitido que la militancia hablase.
El PSOE hoy ha dado un paso a la derecha, ha perdido la confianza de millones de afiliados y simpatizantes y ha roto los esquemas de muchas personas, que se preguntan dónde ha llegado al PSOE y que va a pasar a partir de ahora.
Lo que ocurrirá, al menos en el panorama nacional, parece cada vez más claro: Mariano Rajoy será investido de nuevo presidente de España, y por tanto, durante los siguiente 4 años seguirá gobernando el Partido Popular.
Que el PSOE se abstenga es la única solución para no llevarse el batacazo que sufriría en las urnas si próximamente hubiesen elecciones, donde muchos de sus votos se perderían, muchos en forma de abstención y otros tantos en forma de votos para Unidos Podemos.
En este país de corta memoria, donde parece que las jugadas sucias y la corrupción de nuestros políticos no pasa factura, quizá en cuatro años el PSOE vuelva a obtener los mismos votos que hasta ahora. Sin embargo, queda demasiado para eso, y pocos días para que se vuelva a realizar la votación para escoger al nuevo presidente de nuestro país. Lo que ocurra, lo veremos en unas semanas.
29 de octubre: Rajoy es investido presidente
Después de ser espectadores de la guerra en el Partido Socialista y de su destripamiento, que el PSOE estuviese dividido en la votación para el nombramiento de Mariano Rajoy como presidente no era de extrañar. Así ha sido, ya que algunos diputado/as, concretamente quince, no han cedido a las presiones, no se han abstenido y han votado en contra.
Sin embargo, esto no ha sido suficiente. Pese a ello y pese a la negativa del resto de partidos, el Partido Popular vuelve a ser el partido de nuestro gobierno gracias a los votos de todos los miembros de su partido, y de los votos o abstención de diputados y diputadas de Ciudadanos, PSOE y Coalición Canaria.
Esta es la historia de un golpe. De un golpe a la democracia, a la opinión del pueblo, a la militancia de un partido. De cómo se ha acabado con la posibilidad actual de un cambio político, de un sistema político que funciona desde el inicio de nuestra Democracia y que es sinónimo de alternancia, de reparto de cargos y carteras. Es la historia del fin del bipartidismo, sí, pero no para un sistema multipartidista, sino para un sistema de partido hegemónico. Y es que el día en que Pedro Sánchez dimitió como Secretario General, como única salida a las presiones y a los contínuos golpes, y el día en que el PSOE dió su apoyo al Partido Socialista, la izquierda de siempre en nuestro país, murió en su gran parte. Tanto es así, que más de 25000 militantes del PSOE se dieron de baja en las primeras 48 horas de esa dimisión. Nos queda saber cuántos más lo hacen ahora después de que su partido haya investido a Mariano Rajoy de nuevo como presidente.
Es una lástima enorme, porque la desafección política lleva años sin parar de crecer y ahora la sensación de no poder intervenir en nuestra política aún es mayor, cuando un partido se "ha quitado del medio" a un Secretario que la militancia ha escogido y ha tomado la decisión de volver a poner en nuestro gobierno a un gobierno de derechas sin consultarlo y rompiendo con todo lo prometido en las elecciones.
¿Qué queda ahora? La otra izquierda: Izquierda Unida y Podemos. ¿Ocupará ahora el lugar de la izquierda en nuestro país? Es la izquierda joven. la izquierda formada por personas que ya percibieron hace mucho que el Partido Socialista dejó de ser el Partido Socialistas que perseguía acabar con las políticas de derechas, el partido obrero, el partido por la gente. Unidos Podemos es el partido formado por gente que cree en la regeneración democrática, en la nueva política. Seguro que a ninguno de sus votantes no les ha extrañado tanto la artimaña del PSOE.
Lo que está claro es que si ahora mismo hubiese elecciones el PSOE caería en picado, dejaría de ser la segunda fuerza política y habría, muy probablemente, sorpaso por parte de Unidos Podemos. Este también ha sido un motivo por el que el PSOE evitase llegar a terceras elecciones después de que ya se vieran sus intenciones,.
Ahora, quedan cuatro años por delante para ver qué papel juega cada partido. El Partido Popular será el héroe para muchos que logrará sacarnos de esta gran crisis definitivamente, aumentando el empleo y regenerando este país. Ciudadanos muy probablemente cada vez seguirá siendo más pequeño, disminuyendo en votos, en apoyo, en el espacio político, ya que no es una alternativa política a nada que ya exista, como hemos podido ver. PSOE perderá votantes, fuerza, porque ese espacio pasará a ocuparlo Unidos Podemos. Sin embargo, nuestro país se caracteriza por una gran pérdida de memoria a largo plazo. La gente parece recordar solo los últimos cuatro meses antes de ir a votar y cuatro titulares de periódicos, y sobre todo, en nuestro país existe un miedo al cambio.
Es por eso que quizá el cambio en estos cuatro años no sea tan grande como ahora, que las cosas acaban de estallar y siguen ardiendo.
Sin embargo, algo está claro: se han roto demasiados esquemas. Ahora es el momento de volver a hacer el puzzle, sabiendo colocar cada pieza donde corresponde. Es momento de que los españoles y españolas analicen, observen que ocurre estos cuatro años y se produzca un cambio en la opinión política, en nuestro concepto de política, y seamos capaces de abrir la mente y ser críticos.


Comments