Entrevista. "Lo grave es no ser feminista"

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Claudia Acebrón

La gente cree que ser feminista es pensar la mujer es superior al hombre, ¿qué opinas de eso?

Yo no creo que las mujeres sean superiores a los hombres y soy feminista. Feminismo no es el antónimo a machismo. Ser feminista no es creer eso. Ser feminista es creer que el hombre y la mujer tienen las mismas capacidades y por lo tanto, ser feminista es reivindicar unos derechos para las mujer que históricamente se han atribuido solo al hombre. Creo que el problema es no ser feminista, ¿no crees? El problema es no creer que hombres y mujeres deban tener los mismos derechos, no el creerlo.

¿Defiendes que vivimos en una sociedad machista?

Por supuesto. De hecho, no entiendo por qué a tanta gente le cuesta aceptarlo, a mí me da pena y rabia tener que admitirlo, pero creo que es tan evidente que negarlo es un error.

Vivimos en una sociedad machista porque históricamente el hombre ha sido considerado superior a la mujer, no en España, en todo el mundo. Por eso hoy en día aún existe una brecha salarial del 17% en nuestro país (que ha aumentado durante la crisis), por eso parece que la conciliación laboral y familiar sea asunto de mujeres, y por eso se violan a mujeres, y maridos maltratan y asesinan a sus mujeres.

Violencia de género… ¿cómo vives tú esto?

¿Qué crees que ocurriría si cada año en nuestro país se asesinara a 70 personas de color? ¿y a 70 guardias civiles u obispos? Estaríamos hablando de racismo o incluso, terrorismo de Estado en los segundos casos. Es violencia contra un colectivo en concreto. Las mujeres somos un colectivo y es por nuestras características (o por las que se nos otorgan) por la que muchos hombres ejercen su fuerza y violencia sobre nosotras. Lo que pasa, es que nunca se hablará de terrorismo de Estado ni el titular del periódico nos sobrecogerá tanto como si fuesen los casos anteriores, porque lamentablemente, violencia de género siempre ha habido, siempre ha habido maridos que han matado a sus mujeres, y se ha incluso normalizado.

En las festividades de nuestro país aún se siguen produciendo casos de violación. En nuestro país, hace un par de meses, cinco hombres violaron a una chica y lo grabaron en vídeo.

Esto no ocurre únicamente en España, pasa en todo el mundo. El otro día leí una noticia que decía que una niña de ocho años había muerto en Latino-américa después de que cuatro hombres la violaran. Eso también es violencia, y a mí me desgarra. ¿Cómo se le llama a eso si no es machismo? Si no es creer que el hombre tiene poder sobre la mujer.

¿Tú crees que hay suficiente movimiento feminista?

Empieza a surgir algo, es evidente, pero aún está lejos de ser lo suficientemente grande como para conseguir cambiar las cosas. No creo que sea cuestión de mujeres. Quizá es difícil que un hombre pueda entender como nos sentimos en nuestra vida diaria, o cómo nos sentimos al leer noticias como los que he nombrado anteriormente, pero cualquier hombre quiere a una mujer, ya sea su madre, hermana, esposa o hija. Todas ellas viven en este mundo que las trata así. Creo que no es ningún disparate que alguien quiera que una persona a la que quiera viva en un mundo donde se sienta igual, donde tenga los mismos derechos, donde no tenga que pasar miedo o temer incluso por su vida.

¿El machismo tampoco es bueno para los hombres?

El machismo no es bueno para nadie, como no lo es el racismo o la homofobia. El hombre, en esta situación tiene ventaja sobre la mujer, es evidente, está en otra postura. Sin embargo, creo que el machismo hace un flaco favor a los hombres en muchos aspectos. Quizá les beneficia económicamente, profesionalmente, en cuanto al prestigio, pero… ¿y en el ámbito privado? Es decir, es evidente que históricamente se le ha atribuido a la mujer el rol doméstico, del cuidado del hogar, pero también se le ha atribuido esa figura débil a la que cuidar y proteger, también la parte emocional de la pareja y sobre todo, la de los hijos. A los hombres se les ha atribuido el rol del cabeza de familia, la figura que debe ser capaz de mantener y proteger a su familia, la figura del éxito, la hombría. Yo quiero, como mujer, futura pareja y quizá futura madre, que los hombres puedan emocionarse igual que una mujer, o llorar, sin sentirse menos hombre. Los hombres han llevado sobre sus espaldas, y continúa siendo así, el peso de tener que ser él quien mantenga a la familia. A mi no me parece bien que un hombre se tenga que sentir un fracasado porque su mujer esté trabajando y él esté en paro, por ejemplo.

Decir que la baja maternal perjudica al hombre, sería una locura. La baja maternal es otro de los muchos indicativos que señalan a la mujer como la responsable del cuidado de los hijos. Es un “eres tú la que tiene que estar cuidando meses de tu hijo y por eso tú tienes derecho a esta baja, tu marido tiene que ir a trabajar”. Parecería de mala madre que a los 15 días de nacer tu hijo te fueses a trabajar, “¿ya? cómo puedes dejar a tu hijo solo…”, cuando el padre a los 15 días ya se ha incorporado de nuevo al trabajo en el 95% de los casos. ¿Es una ventaja volver a trabajar y separarte de tu hijo? No soy hombre, pero a mí también me gustaría disfrutar de los momentos que va a pasar mi mujer con mi hijo y estar con él más tiempo. Por lo tanto, por ejemplo en el caso de la baja maternal, hasta que no se legisle y se igualen los permisos y condiciones de las bajas maternales y paternales, se seguirá produciendo una discriminación hacia la mujer en el ámbito laboral si se encuentra en edad de ser madre, la sociedad seguirá viendo a la mujer como la encargada y responsable del cuidado de los hijos, el mundo profesional consecuentemente también y los hombres seguirán ocupando ese lugar que parece que no coloca a sus hijos como la mayor prioridad.

¿Qué hay que hacer?

Yo no tengo la certeza de lo que se debe hacer, pero me puedo basar en la Historia y decir que todos los cambios que se han producido a lo largo de ella han empezado con la movilización. Creo que realmente es necesario cambiar las cosas. Es lamentable tener que deshumanizar la situación, nos debería bastar con la propia conciencia y la moral, pero, una equidad de géneros es vital para un buen desarrollo económico, social y político. Los países donde se utilizan los recursos femeninos, talentos y habilidades de forma igual a la de los hombres, van a tener una ventaja comparativa en un mundo globalizado.

Sin embargo, la movilización será en vano, si como en todo, no va acompañado de una educación.

Ya sabemos las características que ha tenido nuestra historia, sin embargo, los que vamos a construir la del mañana somos nosotros, que sea la de una sociedad igualitaria depende de nosotros.

Una sociedad donde hombres y mujeres tengan iguales derechos, también iguales obligaciones, puedan aportar lo mismo a la economía, puedan aportar cosas distintas a las instituciones, puedan tener el mismo papel en la vida familiar, puedan aportar lo mismo a la sociedad, es mejor tanto para mujeres como para hombres, sencillamente porque es mejor para todo el conjunto. Es por es por eso que esperamos contar con ellos, pero sino, en nuestra mano está intentar cambiarlo nosotras.

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