BORIS IZAGUIRRE…. Me gusta como escribes.

Sin duda alguna me ha sorprendido. Después de leerle, me va a costar verle como ese showman de la televisión. Y es que si conocemos de algo a este autor es por su altísima sofisticación y su voz tan peculiar que rompe el silencio con su: ¡Diviiiiiiiiiiiiino…! ¿Es quizá para algunos la Carmen Lomana masculina? Pero este hombre tan glamuroso no es solo eso, y para muestra, ahí tenéis sus libros. Detrás de ese acento venezolano se oculta un escritor bello, con una sensibilidad especial a la hora de contar sus historias. Quizá también la tiene a la hora de hablar, no se puede negar que cuenta las cosas con una emoción y una dulzura inmensa.

Y tras leer su libro más conocido, me surgió la curiosidad de querer saber más de su vida. Para empezar no tenía ni idea de quienes eran sus padres, y resulta que Rodolfo Izaguirre (exdirector de la Cinemateca Nacional de Venezuela) y Belén Lobo, bailarina de ballet clásico y danza contemporánea. ¡Ya sabemos de dónde le viene ese arte..! Su carrera en los medios comienza con 16 años en el diario El Nacional de Caracas, donde escribe Animal de frivolidades, una columna de crónica social. Como él mismo ha explicado, se formó en el trabajo; nunca fue a la universidad. Después ha colaborado con varios periódicos como El País, en radio como Cadena Ser, revistas como Marie Claire y en programas de televisión como Cronicas Marcianas, Channel nº4, La Tribu, Mira quien baila, y las Mañanas de cuatro.

Pero si hablamos de su vida como escritor debemos decir que Boris Izaguirre publicó su primera novela a los 26 años en Venezuela, El vuelo de los avestruces. Su siguiente obra fue editada siete años después, en 1998, en España, con el título de Azul petróleo. Su novela más exitosa ha sido Villa Diamante, que resultó finalista del Premio Planeta 2007. En 2011 publicó Dos monstruos juntos, que transcurre en Londres.

Leele… Pinta bien, ¿no?

Dos hermanas, Irene y Ana Elisa, se asoman a un destino cruel que llevará sus vidas por sendas paralelas en medio de un país asolado por diferentes dictaduras, pero próspero e ingenuo. Al comienzo de los años cuarenta, Ana Elisa sueña con perdurar en el tiempo a través de una casa que la haga eterna. Deberá convencer a un arquitecto del otro lado del océano para convertirla en símbolo de un amor empeñado en subsistir a pesar de la vileza y del miedo. Entre todos los grandiosos y humanos personajes de esta crónica dramática, se erige Villa Diamante, el monumento misterioso e impenetrable; el símbolo de una vida. Boris Izaguirre se consagra con esta novela como un excepcional narrador, capaz de recrear con un estilo deslumbrante toda una época.

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